En esta encantadora vivienda, nos encomendaron la tarea de estilizar cada rincón. La premisa era clara: no alterar la estructura, pero infundir un toque actual, funcional, y que el estilo se entrelazara armoniosamente con la estética de los habitantes.
Partimos de una base elegante: el blanco, combinado con la calidez de la madera y la textura alistonada, una combinación que se despliega con gracia en todas las estancias.
El salón fue objeto de nuestro diseño meticuloso, con un mueble de TV a medida, integración de panelado de pared, un elegante mueble buffet suspendido y el diseño singular de la mesa. Las sillas de Ondarreta aportan originalidad y carácter al espacio, mientras que el papel de pared imprime personalidad y profundidad.
El dormitorio principal cuenta con un diseño de cabecero que, junto con el revestimiento mural, le confiere un aire fresco y no convencional, rompiendo con los estándares habituales.
El dormitorio infantil fue concebido con funcionalidad en mente: mobiliario a medida, abundante almacenaje y una paleta de tonos que se repite por toda la casa.
El estudio, con su diseño original y funcional, mantiene la esencia coherente que impregna toda la vivienda.
En cada rincón, buscamos no solo diseñar espacios, sino también contar la historia de quienes llaman a esta casa su hogar. Porque para nosotros, cada proyecto es una narrativa de estilo, elegancia y autenticidad.